Ampliación en planta de Maltería Oriental
octubre 17, 2020
Por Felipe Miguel
En pocos días, un gigante creció de golpe en la entrada de La Paz. En la planta de Maltería Oriental se lleva a cabo una importante ampliación que permitirá multiplicar su capacidad de producción. En esta obra se utiliza un método constructivo pocas veces aplicado en Uruguay, por lo que Construcción habló con las ingenieras a cargo para conocer más detalles.
A menos de un kilómetro del límite donde termina Montevideo y comienza Canelones, en la entrada a la ciudad de La Paz, día a día se estira hacia arriba un gran edificio. Si algún vecino de la zona no pasó en los últimos 20 días por allí, se llevará una sorpresa cuando vea los más de 50 metros de alto que lleva hasta ahora la torre de germinación de Maltería Oriental, y que antes no existía.
La obra forma parte de un proyecto de esta empresa para ampliar su capacidad, que actualmente le permite procesar 140.000 toneladas de cebada al año, y que buscan llevarla hasta 220.000. Esta cebada pasa por un proceso de malteado –es la planta más grande del país en este rubro– y se utiliza para la fabricación de cerveza. Se exporta en una gran mayoría a Brasil y Argentina, mientras que un porcentaje pequeño abastece a las cervecerías artesanales del país. Los mencionados trabajos de construcción están a cargo de Saceem, cuyas ingenieras, María José Martínez, directora de Obra, y Paula Sosa, gerente de Proyecto, detallaron a Construcción de qué se tratan.
En diciembre de 2019 comenzaron con esta ampliación, y la empresa espera estar produciendo con su nuevo límite de capacidad en abril de 2022. Martínez explicó que las obras incluyen la construcción del mencionado edificio de germinación –que en total tendrá 60 metros de alto–, otro junto a este María José Martínez, directora de Obra. Paula Sosa, gerente de Proyecto. Las obras de Maltería Oriental permitirán que la capacidad actual de procesamiento de cebada de 140.000 toneladas anuales se eleve hasta 220.00 toneladas para secado de la cebada –con una altura de nueve metros–, y también una subestación.
La característica particular que presenta la construcción, tanto del edificio de germinación como del de secado, es que para levantarlos Saceem usó por primera vez el método de deslizado de hormigón. Sosa señaló que “a diferencia de un método tradicional, donde vos encofrás, llenás, luego de unos días desencofrás y se continúa el proceso en el siguiente nivel, acá estás todo el tiempo encofrando y desencofrando lo que se hormigonó unas horas antes, obteniendo un hormigón sin juntas. Es como un hormigón continuo, como si fuese en un único hormigonado”. El encofrado se va moviendo unos diez centímetros por hora aproximadamente, y el ritmo que requiere hace que estén trabajando en esa parte 24 horas al día, los 7 días de la se – mana. El empleo de este método fue solicitado por el cliente en el pliego de la licitación, señalaron las ingenieras.
Para ejecutar la obra, Saceem se consorció con la empresa argentina Braudus, que tiene vasta experiencia en deslizados. Se capacitaron técnicos, mandos me – dios y operarios nacionales para la ejecución de deslizados. Al momento de la entrevista, había cerca de 250 personas trabajando en la obra en dos turnos, de los que cerca de un 10% eran extranjeros y el resto, mano de obra nacional.
“Se hicieron capacitaciones a todo el personal respecto al método constructivo en sí, y para explicarles cuál era su rol dentro de este trabajo. Hay roles muy específicos: armadores, albañiles, carpinteros; cada uno sabe exactamente lo que viene a hacer a la obra y hace todos los días lo mismo. Eso la diferencia de casi todas las obras donde, de repente, es más dinámico porque hoy estás haciendo una cosa y la semana que viene, cambia”, explicó Martínez.
“A diferencia de un método tradicional, donde vos encofrás, llenás, luego de unos días desencofrás y se continúa el proceso en el siguiente nivel, acá estás todo el tiempo encofrando y desencofrando lo que se hormigonó unas horas antes”.
Paula Sosa, gerente del proyecto
EL GUARDIÁN ENTRE LA CEBADA
La nueva torre de germinación se ubica junto a otra de similar porte y funcionan como centinelas a la entrada de La Paz. Desde arriba se puede divisar a decenas de obreros que rellenan los encofrados y se mueven alrededor de la circunferencia de la estructura cilíndrica. En el centro y cubierta por un toldo amarillo, como si fuera el Sol de ese sistema planetario, flota la central hidráulica, suspendida por un armazón metálico, y desde donde se mueven hacia arriba los gatos que sostienen el encofrado. En un día de cielo gris, encapotado, el movimiento constante de las decenas de operarios vestidos con sus mamelucos anaranjados, así como la agitación por su enorme esfuerzo volcado a la obra, generaban un contraste con la calma de una zona suburbana y el verde que se divisaba hacia todos los costados desde lo alto de la torre.
A pesar del uso de tecnología para mover el encofrado, son los trabajadores los que tienen que probar, a mano, si el sistema está pronto para escalar uno centímetros más hacia el cielo. Aunque represente una técnica innovadora para la empresa y haya requerido de formación y equipamiento puntual para este método, el trabajo conserva ese toque artesanal propio de la industria. Esto también se ve en el rol de los obreros a los que les toca venir después de que el encofrado ya fue deslizado, ya que por debajo de la gran plataforma desde donde sus compañeros levantan las paredes, algunos van corrigiendo las imperfecciones que pueden haber quedado para que el producto terminado luzca tan liso como si hubiera tenido la asistencia de un robot.
Con un avance aproximado del 30% total de las obras hasta la penúltima semana de setiembre, la extensión de las instalaciones de Maltería Oriental representa un enorme hito para esta empresa, cuya capacidad de producción de cebada se acrecentará en 80.000 toneladas al año. También lo será para Saceem, que asumió el desafío de implementar un método diferente y lo viene desarrollando con total éxito. Todo esto, teniendo en cuenta que se superó la etapa de la detención de obras por la licencia especial llevada a cabo para mitigar los efectos de la pandemia por COVID-19, y que se decidió un parate aún más extenso que en el resto de la industria. Un nuevo gigante está creciendo en lo que ya es un punto de referencia en el contorno del horizonte de la ciudad de La Paz. Para abril de 2022, ese gigante también echará a andar.