País confiable con capacidad instalada
noviembre 29, 2022
Por Ing. Diego O’Neill, presidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay
Diversificación, mejora de capacidades, adaptación a nuevos mecanismos de inversión e internacionalización son algunos de los vitales aspectos en los que el sector construcción ha avanzado desde que se instalara la primera planta de celulosa hasta hoy.
El pasado 5 de octubre se inauguró la terminal portuaria para celulosa construida por UPM en el Puerto de Montevideo, oportunidad en la que su CEO, Jussi Pesonen, pronunció un discurso con algunos conceptos que nos parecen relevantes y en los que vale la pena detenerse.
En primer lugar, refiriéndose a las razones para esta nueva e importante inversión en nuestro país, expresó: “Para tomar decisiones clave que definen tu futuro es necesario buscar condiciones de estabilidad y previsibilidad. Para tales decisiones, Uruguay es un socio ideal; un país serio, confiable, con reglas y marcos legales claros, como la Ley Forestal; un país con estabilidad política, económica y un apoyo fuerte y consistente a las inversiones. Como prueba de esta coherencia, hoy nos acompañan aquí no solo autoridades del actual gobierno nacional, sino también los principales partidos políticos y representantes de administraciones anteriores. Así que esta inauguración es una señal y una celebración de políticas estatales consistentes que crean importantes beneficios para el país”.
Estos conceptos que tantas veces se repiten sobre nuestro país, cuando son expresados por el CEO de una multinacional de la magnitud de esta empresa no deben pasar desapercibidos. Estas fortalezas acumuladas que se señalan las tenemos que cuidar entre todos, porque nos posicionan internacionalmente y nos hacen más atractivos para recibir inversión extranjera. Pero esto no nos debe generar una sensación de confort donde quedarnos, sino impulsarnos a avanzar y profundizar en el diseño y consenso de políticas de Estado o políticas nacionales, tan importantes para el desarrollo del país y el bienestar de su gente. Y a su vez asumir que el Uruguay se construye por acumulación: todos los gobiernos han hecho aportes diferentes para esa construcción y esto también es algo a valorar y cuidar, evitando generar falsas “grietas” entre los ciudadanos y alejando ideas refundacionales que tanto mal vemos que hacen en otros países de la región.
En segundo lugar, refiriéndose más específicamente a nuestro sector de la construcción, expresaba: “Durante nuestra historia conjunta, también hemos visto un desarrollo impresionante por parte de las empresas locales. Hoy en día, las empresas brindan servicios que durante mucho tiempo solo podían ser realizados por empresas extranjeras. El esfuerzo y desarrollo de las empresas uruguayas ha sido realmente maravilloso, y ahora su trabajo cumple con los estándares internacionales más exigentes. Durante este proyecto, muchas empresas uruguayas han aumentado su número de contratos en diez veces y han pasado de ser subcontratistas a administrar contratos principales. Esta es una gran diferencia con la construcción de la planta de celulosa en Fray Bentos”.
Esta es la primera vez en las tres plantas de celulosa que la etapa de montaje electromecánico está siendo ejecutada casi en su totalidad por empresas uruguayas, con lo que el sector de la construcción se ha diversificado y ampliado.
Nuevamente, este reconocimiento por parte de quien lo realiza debe ser debidamente valorado. Que en estos 15 años transcurridos entre la primera planta de celulosa y esta última, que es casi el doble de la primera, las empresas nacionales hayan desarrollado capacidades para multiplicar sus contratos por diez es muy bueno para el desarrollo del país, para el aumento de la productividad, para la generación de empleo nacional. Pero además, si bien no lo mencionó explícitamente en su discurso, esta es la primera vez en las tres plantas de celulosa que la etapa de montaje electromecánico está siendo ejecutada casi en su totalidad por empresas uruguayas, con lo que el sector de la construcción se ha diversificado y ampliado, acumulando experiencia en proyectos de gran envergadura y complejidad.
A los conceptos vertidos, nosotros podemos agregar que las empresas nacionales del sector construcción han mostrado una gran capacidad de adaptación para acometer proyectos bajo nuevas modalidades que implican el financiamiento privado. Tal es el caso de las obras que se realizan bajo la ley de participación público-privada (PPP), en todas ellas hay empresas nacionales, a veces en consorcios completamente nacionales, a veces en consorcio con empresas extranjeras. Idéntica situación se repite en los proyectos que se están iniciando con financiamiento privado bajo la modalidad Cremaf que desarrolla el MTOP.
Por otra parte, varias empresas nacionales están desde hace algunos años en un proceso de internacionalización, con proyectos en distintos países de la región e incluso fuera de ella, lo que llevó a que el BROU en 2021 incluyera por primera vez en la premiación de las empresas exportadoras a dos empresas socias de la gremial por la exportación de servicios de construcción, una por el mayor monto exportado y otra por la presencia en más destinos.
En definitiva, podemos concluir que este país serio y confiable cuenta con una capacidad instalada en el sector construcción que le permite afrontar los desafíos crecientes del futuro y que representa una fortaleza adicional para la atracción y radicación de inversiones