Prender las luces largas
abril 16, 2024
Por Ing. Alejandro Ruibal, presidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay
En Uruguay tenemos una democracia fuerte, partidos políticos sólidos y una ciudadanía que, cada cinco años, decide su destino. Somos referencia en la región por nuestro sistema electoral, el respeto a las instituciones y a las reglas de juego establecidas. Nos sentimos orgullosos de muchas características que tenemos como nación, pero debemos poner foco en cómo lograr que nuestro proyecto país vaya más allá de los ciclos electorales, de los programas quinquenales, de las buenas intenciones y acciones de unos y otros candidatos.
Se vienen tiempos de elecciones. Primero serán las internas, luego las parlamentarias y presidenciales. Seguramente tendremos segunda vuelta para definir presidente y vicepresidente. Recién en mayo de 2025 elegiremos a los 19 intendentes departamentales. Sabemos que en este año y poco, las elecciones serán el centro de todo. Vivir en democracia plena es siempre una buena noticia, tener candidatos que representan diversas formas de ver y pensar al Uruguay también.
Desde la Cámara de la Construcción del Uruguay tratamos de dar nuestra visión a los distintos candi datos y especialmente a sus equipos de trabajo, para que calibren la relevancia de nuestra industria en la economía. No solo por el propio sector, como generador de empleo, sino como soporte para aumentar la productividad del país. Subrayo esta idea porque las obras de infraestructura son fundamentales para que el Uruguay se desarrolle, aumente la productividad y mejore la calidad de vida de sus ciudadanos.
El aumento de la productividad en Uruguay tiene di versas consecuencias positivas y está directamente vinculado al bienestar de las personas. Algunas em presas se desarrollarán mejor, otras incrementarán sus condiciones logísticas, serán más eficientes y así construiremos espacios más agradables y amigables para vivir. Lograremos carreteras más seguras, puertos competitivos, energía eléctrica sustentable, centros educativos adecuados a los requerimientos del futuro, hospitales al servicio de los pacientes, entre tantas otras cosas.
Entendemos que los ciclos electorales son, en general, cortoplacistas, que los candidatos están en competencia, que ese es el juego de la democracia, pero es indispensable que no solo se piense en clave de cinco años.
Estamos terminando un ciclo fuerte de inversión en vialidad, pero hay que detectar cuáles son las nuevas necesidades; cuál es la nueva generación de inversión en vialidad; por ejemplo, proyectos en zonas suburbanas, urbanas, y así en otras áreas.
Queremos que los candidatos a la presidencia y sus equipos de trabajo, sean del partido que sean, entiendan y compartan la importancia de planificar la infraestructura en el corto, mediano y largo plazo. Entendemos que los ciclos electorales son, en general, cortoplacistas, que los candidatos están en competencia, que ese es el juego de la democracia, pero es indispensable que no solo se piense en clave de cinco años. Para salir de esa lógica, desde nuestra gremial propusimos una Agencia de Infraestructura. También estamos trabajando para desarrollar el Consejo de Políticas de Infraestructura. Más allá de esas dos herramientas, en las que confiamos y a las que impulsamos con convicción y acción, lo que nosotros pretendemos es que los equipos que se preparan para gobernar el país tengan una visión de planificación y de transparencia.
Planificar de forma transparente es comunicarse con claridad con la industria de la construcción. Es que el Estado indique hacia dónde quiere ir, qué tipo de inversiones en infraestructuras fomentará, qué obras considera indispensables. Con esa información y una hoja de ruta de largo plazo el sector empresarial podrá ganar tiempo, prepararse, procurar recursos, capacitar a sus equipos, adelantarse a la jugada para ser eficientes y servir a los intereses nacionales.
No podemos darnos el lujo de seguir limitando decisiones a los ciclos electorales. Quienes dirijan los destinos del país deben dar un primer impulso para generar un círculo virtuoso en lo que a infraestructura nacional se refiere.
Es indispensable salir un poco de la coyuntura, levantar la mirada, prender las luces largas y mirar más a largo plazo los proyectos que excedan los períodos de gobierno y respondan a los tiempos del país.