Así se vivió el 7° Congreso Nacional SYSO en la Construcción
julio 10, 2024
En la séptima edición del Congreso Nacional SYSO en la Construcción, 14 oradores analizaron la temática de la seguridad y salud ocupacional desde diferentes aristas para proponer nuevas soluciones. Entre los enfoques abordados destacaron el cambio comportamental desde la neurociencia, el rol de la inteligencia artificial y la importancia de la medición y evaluación.
El primer paso para cambiar algo es reconocerlo, medirlo y conocer sus causas. Como dice Estanislao Bachrach ‒científico, especialista en neurociencia y uno de los oradores de la séptima edición del Congreso Nacional SYSO en la Construcción‒ “cuanto más atento se está a algo, más fácil es cambiarlo”. Por eso, este evento que anualmente organiza la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU) y al que asisten referentes de la industria de la construcción, busca dimensionar el impacto de la accidentalidad laboral en el sector, difundir buenas prácticas y explorar estrategias para la mejora de la seguridad y salud ocupacional.
La séptima edición tuvo lugar el pasado 25 de abril, una jornada que se extendió desde la mañana hasta la tarde con disertaciones que abordaron diferentes aristas de la temática. Entre ellas se destacó la del argentino experto en neurociencia, Estanislao Bachrach, llamada “El desafío del cambio comportamental… una mirada de la neurociencia”. Resultó innovadora la charla de la ingeniera chilena Elizabeth Acuña titulada “Cómo la inteligencia artificial optimiza la gestión preventiva en las empresas”. Fue reveladora la exposición enfocada en los números y estadísticas de la accidentalidad laboral en el sector realizada por la economista de la CCU, Florencia Seré.
TRABAJO CONJUNTO
El 7° Congreso Nacional SYSO en la Construcción, organizado por la Cámara de la Construcción del Uruguay, fue declarado de interés por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de Transporte y Obras Públicas, así como por la Dirección General de Educación Técnico Profesional UTU de la Administración Nacional de Educación Pública y el Banco de Seguros del Estado. La séptima edición contó con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo y fue patrocinada por Grupo Saceem (que integran Saceem y Grinor), Ciemsa, Ingener, Stiler, Teyma, Ebital y UTE.
En total, el congreso contó con cerca de 400 participantes que se sumaron al evento tanto de manera presencial como virtual gracias a su formato híbrido.
La apertura del Congreso Nacional SYSO en la Construcción estuvo a cargo de un panel compuesto por el ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero, el entonces subsecretario del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Mario Arizti, el secretario del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), Daniel Diverio, y el secretario de la CCU, Gustavo Errecart.
Las cuatro partes coincidieron en la importancia de la mejora continua en cuanto a estándares de seguridad y salud ocupacional, destacando al congreso como una oportunidad para conocer e incorporar buenas prácticas.
Arizti destacó que es un “congreso que ya se ha vuelto tradicional, lo que demuestra que las experiencias anteriores han sido realmente muy valiosas”. Para él, la construcción está transitando por un camino de trabajo seguro, porque la prevención de los riesgos, la formación continua en materia de capacitación y la colaboración que debe existir entre empleadores y trabajadores son tres principios básicos que “en el sector construcción se cumplen, y se cumplen a rajatabla”.
“Nos enfrentamos al desafío permanente en cada empresa, en cada obra, de alcanzar estándares más elevados en seguridad y salud, y para ello contamos con una cantidad de herramientas y recursos. Por ejemplo, la tecnología como oportunidad para soluciones innovadoras a la hora de mejorar las prácticas de prevención de riesgos. A todo ello se debe sumar un análisis de la normativa vigente que permita áreas para la mejora; este congreso es ideal para debatir todas estas prácticas y mejorar su efectividad”, subrayó Errecart.
Por su parte, Diverio aseguró que “el laburo más importante para hacer” es ver “cómo llevar a la práctica todo lo que se discute” en ámbitos como el congreso. “Fue un gran avance que las partes entendiéramos la necesidad de tener asambleas de seguridad con la participación de los técnicos prevencionistas en la discusión de la realidad del centro de trabajo particularmente”.
El ministro Falero indicó que este tipo de congresos permite “mirar la actualidad y proyectar el futuro”. Realizó un reconocimiento especial y agradeció “el enorme esfuerzo que han hecho tanto empleadores como trabajadores para con la obra pública” en lo que refiere al MTOP. Agradeció en particular el apoyo para poder cumplir “algunos objetivos” trazados, como la finalización del intercambiador de Parque del Plata antes de la temporada de turismo. “Hubo una sensibilidad tanto de las empresas constructoras como del sindicato de flexibilizar o por lo menos habilitar un trabajo extraordinario, en algunos casos nocturno, con las precauciones y las prevenciones del caso. ¿Para qué? Para darle seguridad al ciudadano común, que nos permitiera tener –previo a la temporada turística– las condiciones más adecuadas que evitaran otros siniestros, que también cobran vidas, que son los siniestros de tránsito en un lugar muy conflictivo”.
EL FACTOR EMOCIONAL
Al hablar de seguridad y salud ocupacional uno, intuitivamente, piensa en el uso de casco, guantes y otros elementos del equipo de seguridad. Estos aspectos se remarcan, desde la lógica, una y otra vez: no seguir las normas es peligroso y puede resultar en un accidente grave. Sin embargo, la charla de Estanislao Bachrach propuso un enfoque distinto: mirar las decisiones desde lo emocional.
“Gran parte de las decisiones que tomamos todos los días tienen que ver con el mundo de las emociones. Usamos la razón y la lógica mucho más para justificarnos que para tomar la decisión”, dijo el científico argentino. “Las personas declaramos pensar mucho y tomar decisiones lógicas, pero el cerebro muestra otra cosa. Por eso, si queremos llegarles a las personas para que cambien su comportamiento y estén un poco más seguras en su trabajo, que es a donde vamos con estas charlas, tenemos más chances de lograrlo si apuntamos a las emociones”, agregó.
Con el entendimiento de la importancia del factor emocional como punto de partida, Bachrach propuso un nuevo abordaje para lograr una mayor concientización de la importancia de la salud y seguridad ocupacional. Destacó que para lograr un cambio es necesario considerar el aspecto social: cómo se transmite este mensaje y quién lo hace. Asimismo, el especialista subrayó que “cuanto más atento se está a algo, más fácil es cambiarlo”. Este elemento, llamado por Bachrach “densidad de atención”, se convierte en un factor multiplicador a la hora de lograr un cambio.
Por otro lado, también es importante priorizar qué cambios se quieren hacer primero, ya que el cerebro “no puede hacer muchos cambios juntos” y es necesario llevar a cabo un proceso de jerarquización. Asimismo, hay que tener claras las expectativas: qué es lo que se quiere cambiar y para cuándo, y empezar a tomar medidas en esa dirección. “Salir de la zona de confort cuesta, pero todos lo podemos hacer”, concluyó el científico, con una mirada optimista en cuanto a la posibilidad de transformación de la industria.
ESTADO DE SITUACIÓN
En su charla “El foco en los números: accidentabilidad laboral en la construcción”, la responsable de los estudios económicos de la CCU, Florencia Seré, buscó “dimensionar la accidentabilidad en el sector de la construcción” con cifras que ponen en relieve el peso de esta actividad económica para el país. Así, pues, en la parte inicial de la presentación comentó que la construcción es responsable del 57% de la inversión en la economía uruguaya, lo que en 2023 equivalió a 7.600 millones de dólares.
La Mag. Ec. Seré destacó que, a nivel general de la economía, se observó una tendencia decreciente en la accidentabilidad laboral entre el 2014 y el 2020. Sin embargo, luego se registra una trayectoria al alza entre 2021 y 2023. Particularmente en el período enero-agosto 2023, el nivel de accidentes de trabajo registrados en la economía fue superior al del mismo período de 2022, por lo que es probable que, al cerrar los datos de 2023, se alcance un nuevo máximo de accidentabilidad desde al menos 2017.
El 7° Congreso Nacional SYSO en la Construcción contó con cerca de 400 participantes que se sumaron al evento tanto de manera presencial como de manera virtual gracias a su formato híbrido.
En el caso de la industria de la construcción, la accidentabilidad en el sector presenta la misma evolución que la accidentabilidad a nivel de la economía en general: esto quiere decir que entre 2015 y 2020 siguió una trayectoria decreciente para, luego, ir hacia una tendencia creciente. Entre 2014 y agosto de 2023, los accidentes en la construcción representaron un 12% del total de accidentes de trabajo en toda la economía del Uruguay. El promedio es de casi 4.000 accidentes por año. Geográficamente, estos se concentran en Montevideo, Canelones y Maldonado, departamentos donde también tiende a concentrarse la actividad.
La CCU se ocupa activamente de mejorar la seguridad en el ámbito laboral y por aumentar la conciencia de todas las personas vinculadas a las obras. La organización de eventos como el Congreso SYSO forma parte de las iniciativas en esta dirección.
Seré también remarcó la necesidad de continuar trabajando en la formación y actualización en la materia, y que para esto es imprescindible contar con el compromiso de las empresas y de los propios trabajadores.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Durante la ponencia de la chilena Elizabeth Acuña sobre el papel de la inteligencia artificial (IA) en la optimización de la gestión preventiva en las empresas, la ingeniera comentó que, hoy por hoy, la IA no reemplazará a los humanos, pero que aquellos que “sepan utilizar estas herramientas muy probablemente reemplacen a los que no tienen idea de esto”.
Acuña presentó casos prácticos de cómo se trabaja con IA para crear algoritmos que permiten realizar videoanalítica. En vez de “procesar datos como números, códigos, textos, lo que analizamos son videos. Tomamos los criterios y estándares de seguridad de las empresas y los transformamos en algoritmos que se procesan en tiempo real”. A través de esta herramienta se puede, por ejemplo, identificar que no haya personas en el radio de giro de algún equipo, se pueden realizar demarcaciones y discriminaciones de zonas y, también, identificar el uso de los elementos de protección personal.
MÁS SEGUROS
Desde la Inspección General del Trabajo y de la Seguridad Social del MTSS, el Mag. Arq. Néstor Pereira realizó un balance a 10 años del Decreto 125/14. Repasó la normativa SYSO, los avances, temas pendientes y desafíos por afrontar. “El de la construcción fue el primer ámbito tripartito que existió en este país y creo que es el más antiguo que está funcionando, por lo menos en la región” destacó.
Pereira agregó que el decreto 111 del 1990 fue el primer “producto” que se generó en forma tripartita y que esa norma sintetiza la experiencia nacional e internacional en materia de prevención y “establece como ámbito permanente la tripartita”. Se lograron avances constantes que pasaron por la incorporación de los servicios de seguridad e higiene en la industria, la unificación de toda la normativa en la materia, la incorporación de herramientas tecnológicas, la definición de mecanismos de gestión que permiten la planificación de la seguridad integrada al proceso de obra, entre otros.
“En estos 10 años, el decreto nos ha permitido realizar el control de las obras, demostrando su aplicabilidad en al amplio espectro de la industria, porque el decreto es para la casa unifamiliar, la reforma, hasta un emprendimiento como UPM o la obra del Ferrocarril Central”, aseguró Pereira. El desafío permanente es revisar la normativa, contactar con la práctica, generar un proceso de mejora continua con el ámbito tripartito como espacio para buscar consenso de todos los actores, remató el experto.
El asesor de la CCU, Téc. Prev. Robert Landó, puso el foco en la planificación como base de la gestión en seguridad. “Tenemos proyectos grandes y llenamos la obra de técnicos prevencionistas. Realmente yo creo que sí es necesario el control, sin lugar a duda, pero no puede ser la base de la gestión”, comentó en su exposición.
“La base de la gestión de seguridad, a priori, es que si vamos a hacer una tarea debemos conocer los peligros a los que se van a exponer las personas, debemos determinar medidas de control y debemos evaluar que el riesgo de esas medidas, con relación al peligro, hace que ese peligro tenga un riesgo aceptable” continuó Landó. Agregó que hay dos herramientas básicas para la planificación de la seguridad, de la salud en obra. La primera es determinar qué requisitos legales aplican a cada una de las actividades que se van a desarrollar. La segunda es la identificación de peligros, evaluación de riesgos y determinación de controles.
Landó insistió en la importancia de que la planificación de seguridad y de obra estén asociadas, que vayan por el mismo carril.
MUCHO MÁS
Del congreso también participó la Fundación Internacional ORP, institución independiente comprometida en la prevención de riesgos laborales. Su delegada, la Mag. Mary Luz Piñeros, fue la encargada de la presentación y centró su ponencia en la gestión del talento y las emociones, así como en la construcción de entornos laborales sanos y saludables.
Por la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social (OISS) habló el director de Prevención de Riesgos Laborales de Ibermutua, José Agustín Rubio. Su exposición hizo hincapié en los riesgos eléctricos en las obras de construcción.
Luego fue el turno de UTE. La presentación abordó el cambio de paradigma en el rodeo de seguridad de distribución y estuvo a cargo del subgerente de Seguridad e Higiene del Trabajo de UTE, Prof. T.P. Vicente Catarozzi, y de la jefa del departamento de Gestión Preventiva de UTE, T.P. Janina Lanusse.
En el caso del Banco de Seguros del Estado (BSE), los ponentes fueron los técnicos prevencionistas Nicolás Fernández y Michael Fernández Chaves, quienes disertaron sobre los trastornos músculo esqueléticos asociados a las tareas de construcción. Además, el técnico prevencionista de Ciemsa, Herman Pitterly, habló sobre la gestión de la seguridad y salud en el trabajo dentro de la empresa.
La especialista principal en seguridad y salud en el trabajo para el Cono Sur de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Lic. Carmen Bueno, enfocó su presentación en los impactos del cambio climático en la seguridad y salud en el trabajo.
El responsable del Departamento Legal, de Gestión Humana, Seguridad y Salud en el Trabajo de la CCU, Dr. Ignacio Castiglioni, cerró el evento con una corta y efectiva intervención. Puso el foco en ejes de acción que se traducen en realidades concretas. “Gran parte de las decisiones que se toman, de las obligaciones y los derechos que se generan están traducidos en los convenios colectivos de la industria” (…) “Por ejemplo, el último convenio tiene mensajes muy claros sobre la atención en consumo de alcohol, drogas y demás, y en lo que es la salud mental. En eso estamos trabajando mucho desde los Fondos Sociales de la Construcción. Sepan que tienen ahí una herramienta permanente de colaboración, de gestión, en la que pueden apoyarse, derivar y tener respuesta profesional”. También puso en relevancia las horas dedicadas a la formación para los delegados a través del Fondo de Capacitación y el desafío de mejorar el decreto 283 (1996), actualizarlo, teniendo en cuenta las sugerencias que se generan en congresos como el SYSO.
Así, entre biólogos, expertos en IA, trabajadores, empresarios, técnicos prevencionistas, abogados, economistas y tantas otras especialidades se cerró el 7° Congreso SYSO. Casi 400 personas dedicaron su día a buscar nuevos caminos y estrategias para que la salud y la seguridad estén cada vez más garantizadas en la industria de la construcción.