Construyendo sustentabilidad
noviembre 29, 2022
En un ciclo de seis encuentros, la Cámara de la Construcción del Uruguay propuso abordar diferentes miradas que aporten a una industria de la construcción más sustentable y alineada a la economía circular.
Por Sebastián Rodríguez López
Hay veces en las que abordar los grandes desafíos de la humanidad no implica respuestas igual de grandes sino un pequeño cambio de mirada. Ese fue el objetivo de los workshops que impulsó la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU) con el ciclo “Incorporando la perspectiva de la sustentabilidad en la construcción”.
En seis encuentros de dos horas, desarrollados entre agosto y octubre, la iniciativa logró poner sobre la mesa un desafío que parece de difícil abordaje, pero que la CCU entendió que debe ser atendido: desde evaluar el estado de situación hasta ver experiencias exitosas de otros países y llegar a qué se está haciendo y se puede hacer en Uruguay. Siempre bajo una premisa: la industria de la construcción tiene la responsabilidad de “hacerse cargo”, dice Florencia Seré, economista y responsable del Departamento de Estudios Económicos de la CCU. “El 30% de los residuos de la usina de Felipe Cardoso de la Intendencia de Montevideo corresponde a residuos de obra civil y demolición, y eso es una cifra importante. Claramente hay que hacerse cargo”, comenta.
Parte de ese escenario, explica Seré, se da por la falta de una normativa que regule la gestión de residuos de la construcción y, como consecuencia, guíe a las empresas a adoptar prácticas sustentables. “Si se puede mejorar la gestión financiera, se puede mejorar la gestión ambiental”, dice la economista, y nombra algunos aspectos en los que se puede trabajar: “En la obra, por ejemplo, ya desde la proyección de compra de materiales, pensar el proyecto y calcular qué es lo que realmente se va a utilizar, para no comprar de más y evitar la generación de residuos o buscar alternativas que los minimicen”.
Así las cosas, señala Seré, distintas iniciativas lideradas por la CCU para evaluar la situación en el país dieron cuenta de lo mucho que puede hacerse para avanzar hacia una industria de la construcción más sustentable. “Desde la cámara estamos participando del armado del decreto sobre la gestión de residuos de la construcción y eso nos da insumos para poder ya avanzar y adelantarnos. No es que las empresas no tengan idea del tema; al contrario, todas están muy metidas, pero está bueno adelantarse”, apunta.
Anticiparse siendo proactivos. Esa fue, entonces, la clave del ciclo de workshops. “La motivación es no quedar atrás, adelantarnos a lo que se viene y ya está puesto sobre la mesa en los mercados a nivel global y cada vez más en Uruguay. Si uno no evoluciona y se transforma, y no es flexible en cuanto a las tendencias que se van sucediendo, los cambios culturales y organizacionales que hay que tener, no sobrevive”, agrega Seré, y remarca que la visión de desarrollo sustentable que la cámara incorporó en 2018 fue el faro que guio las temáticas a tratar: “Aquel que se logra a través de una gestión corporativa que crea valor para los empresarios y sus grupos de interés, satisfaciendo las necesidades presentes sin afectar a generaciones futuras, en forma responsable y eficiente, considerando las externalidades o impactos que sus decisiones y acciones generan sobre el medio ambiente, la sociedad y la economía”.
ABANICO DE PROPUESTAS
De los seis encuentros, cinco fueron virtuales y uno, el más práctico de todos, presencial. En cada uno, diferentes oradores compartieron su experiencia en temas como economía circular, certificaciones asociadas a la sustentabilidad, Triple Impacto, entre otros (ver recuadro). Cada encuentro, además, contó con un espacio de preguntas y respuestas que guio gran parte de la reflexión y el intercambio.
“En la instancia presencial se presentaron herramientas y una guía que fueron elaboradas junto a la OIT para la gestión ambiental en obras: elementos que buscan ser útiles para las empresas, para que las agarren y vean qué pueden hacer”, explica Seré, y celebra que, con este ciclo, se alcanzaron “12 horas de sensibilización” sobre sustentabilidad en la construcción. “La convocatoria fue buena”, dice, y agrega como ejemplo que en la primera instancia participaron 100 personas.
Además, Seré remarca que las capacitaciones fueron en horario de trabajo: “Como son temas importantes, queríamos que las personas que participaran dedicasen dos horas de su jornada laboral, porque esto también es parte del trabajo”.
LA EXPERIENCIA DE TECNALIA
Uno de los talleres que despertó mayor interés fue el de la empresa vasca Tecnalia. “Tenemos la linda misión de transformar la tecnología en prosperidad. Abordamos retos tecnológicos en tres claves: industria y movilidad, transiciones energéticas y desarrollos para la salud”, comenzó diciendo durante su exposición Iñigo Vegas, director de Productos de Construcción & Bio-basados.
En esa línea, Jaime Moreno, experto en economía circular en Tecnalia, presentó un abanico de opciones sobre las que la industria uruguaya de la construcción podría trabajar. Uno de esos caminos, por ejemplo, tiene que ver con el ecodiseño. ¿Qué implica eso? Que los materiales a usar en las obras tengan una mirada integral: desde pensar en monomateriales (de un único material generando un menor impacto ambiental) hasta estructuras diseñadas para ser desmontadas y reutilizadas luego de cumplida su vida útil.
“Si uno no evoluciona y se transforma, y no es flexible en cuanto a las tendencias que van sucediendo, los cambios culturales y organizacionales que hay que tener, no sobrevive”.
Ec. Florencia Seré, CCU
Otro camino es el intercambio de recursos utilizados o excedentes. Y en ese sentido, los referentes de Tecnalia presentaron la plataforma Tracex, un sitio digital basado en el formato de Marketplace y “orientado al intercambio de excedentes de tierras de excavación, residuos que se generan y materiales secundarios”.
Tracex, según explicaron, facilita el proceso de búsqueda (de dónde voy a traer esos materiales hasta la obra, pensando en distancias por tiempo y emisiones de CO2 ), además de simplificar las instancias de compraventa y la trazabilidad. “Esta plataforma implica reducción de uso de recursos naturales y menos ocupación de vertederos, además de que reduce costos de adquisición y vertido. Tiene ventajas ambientales, económicas y de mercado”, explicaron.