Oportunidad en la crisis: la megainversión chilena en infraestructura
mayo 3, 2021
El gobierno de Chile anunció en agosto de 2020 un plan de recuperación económica que incluye una inversión total de 34.000 millones de dólares en infraestructura. Este tiene dos objetivos: paliar los efectos de la pandemia y convertirse en una oportunidad para acortar el déficit que existe en esa materia en el país.
Por Felipe Miguel
No hubo país que estuviera a salvo de los efectos nocivos de la pandemia por COVID-19 en cuanto a salud pública, pero también por lo que generó a nivel socioeconómico. Chile no fue la excepción y vio cómo sus indicadores en esa materia se vieron golpeados con dureza por el brutal impacto del coronavirus. Sin embargo, existen distintas formas de buscar levantarse tras un golpe de ese tamaño, y en el país trasandino optaron por tomar el toro por las astas y realizar la inversión en infraestructura más importante de su historia.
El anuncio del plan macro del gobierno liderado por el presidente Sebastián Piñera se dio en agosto de 2020, y desde entonces se han realizado algunas adecuaciones puntuales según cómo han sido los avances. El monto total de inversión en obras públicas y privadas del programa “Paso a Paso Chile se Recupera” suma 34.000 millones de dólares hasta 2022 e incluye más de dos mil quinientos proyectos de infraestructura.
El presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC), Sergio Torretti, que además es oriundo de Chile, explicó a Construcción en qué consiste el plan y cuál es su alcance e impacto. “Del total de 34.000 millones de dólares, 24.500 millones son para proyectos con incentivos para la inversión privada, y poco menos de 10.000 millones son con recursos propios del Estado. La idea de este plan es avanzar fuertemente en la generación de empleo; se busca crear unos 250.000 puestos en la construcción en los dos años que abarca este proyecto”, señaló.
![sergio torretti fiic](http://www.revistaconstruccion.uy/wp-content/uploads/2021/04/C55-Torretti-683x1024.jpg)
DE RUTAS A HOSPITALES
Cuando uno piensa en inversión en infraestructura, lo primero que imagina son proyectos de carreteras, puentes, etc. Y esto no solo está incluido, sino que es uno de los grandes pilares del plan con 7.500 km de caminos de distintas clases planificados, así como 150 puentes y obras de ampliación de aeropuertos. Pero eso no quiere decir que se deje de lado todo lo demás, ya que el megaproyecto del gobierno chileno también estipula la construcción de centros de salud, museos, bibliotecas, hospitales, comisarías, obras de captación de agua potable o inversión para el riego en zonas rurales. A su vez, se habla de acelerar la inversión en líneas de metro y trenes suburbanos, y generar 412.000 soluciones habitacionales para familias chilenas, no solo de escasos recursos sino también de clase media, contó Torretti, que también es expresidente de la Cámara Chilena de la Construcción. El presidente de la FIIC apuntó que las autoridades de Chile estiman que el crecimiento del país a nivel de Producto Interno Bruto para 2021 “debería estar entre un 5,5 y 6,5%”.
En cuanto a ocupación, la impactante cifra mencionada de 250.000 nuevos empleos en el sector de la construcción se debe multiplicar para entender el impacto que tendrá en la economía de este país de unos 19 millones de habitantes. Así lo explicó Torretti: “Esa cifra la debes multiplicar por tres o por cuatro en cuestión del impacto en el empleo a nivel país. Está toda la generación de trabajo y empleo no solo a subcontratistas sino a proveedores de materiales del sector y una serie de servicios anexos como el arriendo de equipos, etc. En el área de edificación de vivienda se cuadriplica y en los demás sectores de infraestructura se duplica o triplica el efecto que tiene en la generación de mano de obra indirecta”.
UNA HERRAMIENTA FUNDAMENTAL
Para Torretti, una de las claves para que los países de la región puedan atacar su déficit de infraestructura y hacerles frente a las vicisitudes de la pandemia es promover más el modelo de la concesión. “Hoy en día, los países –no solo de América Latina sino del mundo– verían imposible la tarea de absorber el déficit de infraestructura si no fuera de la mano de la inversión privada, que cada vez está más desarrollada por el sistema de concesiones. Es la manera más eficiente y con el máximo de transparencia de generar estas licitaciones para la infraestructura, donde el Estado no tiene que poner el capital inicial sino que tanto el Estado como los usuarios la van pagando en función de su uso en el largo plazo”, expresó.
El jerarca de la FIIC dijo que ha sido un ejemplo en Chile que las concesiones no solo estén circunscriptas a grandes obras viales, sino que también se aplicaron a proyectos de servicio público como hospitales, centros de rehabilitación, escuelas o parques. Para Torretti, esto “tiene un sentido mucho más profundo que solo el crecimiento de las cifras económicas, porque verdaderamente mejora la calidad de vida de las personas y eso debe ser un incentivo importante para los gobiernos, tanto como el desarrollo y crecimiento económico”. En esa línea, remarcó el doble objetivo que tiene este tipo de obra: solucionar los problemas de falta de empuje que trajo la pandemia y la paralización de las inversiones, pero también “es una tremenda oportunidad para avanzar con fuerza” en acortar la necesidad de obras de este tipo en cada país de la región.
“Hoy en día, los países –no solo de América Latina sino del mundo– verían imposible la tarea de absorber el déficit de infraestructura si no fuera de la mano de la inversión privada, que cada vez está más desarrollada por el sistema de concesiones”.
Sergio Torretti, presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción
En Chile y en otras partes del planeta el sistema de concesiones ha avanzado mucho y se sigue desarrollando. Torretti agregó que hay fuentes de financiamiento muy buenas y económicas para este tipo de contratos, y expresó que “las empresas de la industria de la construcción de nuestros países no le deben tener miedo ni reticencia a este tipo de proyectos”. Los motivos para esta aseveración son que sin ellos será prácticamente imposible el desarrollo por la incapacidad para absorber el déficit de infraestructura; pero también porque las empresas extranjeras han aprendido que necesitan de la participación de otras compañías del país (como subcontratistas de la obra) ya que, por ejemplo, una constructora europea no llegará a un país latinoamericano con toda la mano de obra ni sus subcontratos.
Torretti también marcó otra ven – taja que ha tenido este tipo de modelos en Chile o Europa: la exigencia de garantías por parte de los países. Contó que antes las concesionarias del exterior dejaban expirar el vínculo cuando les empezaba a ir mal porque las multas que afrontaban eran insignificantes. Ya no. “Es momento de crear conciencia, no hay que asustarse. Hoy ya se ha desarrollado lo suficiente esta área para que sea mucho más eficiente y traiga consigo muchos beneficios”, dijo.
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CHILE A LA VANGUARDIA
El presidente de la FIIC comentó que, según un informe de Business News Americas, hoy en Latinoamérica existen 376 proyectos de infraestructura en logística, transporte o salud por un monto total de US$ 300.000 millones. De estos, Chile es el país que más proyectos tiene (81).
Sin embargo, más allá de las cifras alentadoras y las herramientas que han permitido el desarrollo de este megaplan del gobierno chileno, Torretti hizo énfasis en un elemento fundamental para que cualquier proyecto de este tipo pueda ir sobre ruedas: la vacunación contra la COVID-19. Dijo que la política de inmunización que ha llevado adelante Chile ha sido bastante reconocida y que, si no se avanza en ese sentido, será muy difícil para ese país –como para cualquier otro– poder concretar inversiones por las restricciones de movilidad, la falta de mano de obra y los cuidados necesarios.
Hasta finales de marzo, Chile había vacunado con la primera dosis a un tercio de su población y espera generar la inmunidad colectiva vacunando del 60 al 70% con dos dosis hacia finales de 2021. “Todos los países nos tenemos que preocupar por avanzar en la vacunación de nuestra población para poder hacer realidad esta tremenda oportunidad. Fuera de todo lo malo que nos ha sucedido en esta pandemia, también tenemos que darnos cuenta de que esto nos genera muy buenas oportunidades y esta es una de ellas”, expresó.