Colonia, pasado y futuro
octubre 26, 2024
En su cuarta y última gestión como intendente de Colonia, Carlos Moreira apuesta fuerte a la conservación de las riquezas patrimoniales del departamento, al mismo tiempo que promueve las inversiones inmobiliarias y el desarrollo tecnológico.
Por Carla Rizzotto
Debutó como intendente hace casi treinta años (1995) y fue reelegido en el 2000. Quince años más tarde volvió a la intendencia y también repitió la gestión. Hoy, sobre el final de su cuarto mandato, tiene clarísimo que es el último. Abogado de profesión y representante del Partido Nacional, estuvo fuera de su agrupación política un tiempo luego de ser investigado por presuntos delitos de concusión y abuso de funciones que finalmente fueron archivados por fiscalía. Moreira no se imagina la vida sin el trabajo, por lo que buscará un tercer round en el Senado.
‒¿Qué objetivos se trazó para este cuarto periodo municipal?
‒La preservación de los valores patrimoniales es uno de ellos. En 2021 inauguramos una obra icónica, la remodelación de la plaza de toros Real de San Carlos. Y ahora estamos abocados a la restauración del frontón de pelota vas ca. No es un proyecto arquitectónico común porque se trata de un edificio histórico y hay que asegurarse de que conserve los rasgos de cuando fue construido, en 1910. Vamos a hacer un polideportivo techado para la práctica de pelota vasca y otros deportes como fútbol sala, básquetbol, vóleibol; con confitería, vestuarios, oficinas administrativas. Allí funciona, además, una escuela de artes y oficios patrimoniales, única en Uruguay. Se llamó a licitación, se presentaron cinco empresas. [Se proyecta] empezar a construir en octubre. La inversión se estima en entre 4 y 7 millones de dólares, dependiendo de la propuesta ganadora. Se hará con financiamiento del gobierno departamental. Por otro lado, en Carmelo vamos a hacer una inversión de 800 mil dólares junto al Ministerio de Turismo para restaurar el viejo monasterio de los jesuitas, la Calera de las Huérfanas. Remodelar edificios históricos es mucho más caro que cualquier otra construcción porque hay que llevarlos a su estado original y para eso se precisa gente especializada. Pero vale la pena porque son atractivos del turismo patrimonial coloniense.
POR EL INTERIOR
Más obras. En el ingreso a la ciudad de Juan Lacaze está proyectada una obra millonaria sobre la avenida Carminillo Mederos, que contempla un bulevar con sendas peatonales, ciclovías, alumbrado, mobiliario urbano, árboles. Se ejecutará con fondos del Programa de Desarrollo y Gestión Subnacional (PDGS) y una inversión de más de cuatro millones de dólares.
Ruta del queso. En Nueva Helvecia, mi pueblo natal, estamos previendo una ruta del queso, tanto de productores artesanales como de pequeñas industrias, para que los visitantes descubran cómo se elabora, cuáles son los procedimientos y hacer una degustación. Algo similar a la ruta del vino que realiza un grupo de bodegas ubicadas en Carmelo, muchas de las cuales agregaron alojamientos, entonces son posadas muy bonitas donde llegan visitantes, especialmente brasileros”, asegura Moreira.
‒¿Se quiere retirar por todo lo alto?
‒Esperemos que sí. Otro gran objetivo es el educativo: se va a radicar la Universidad de la República (UdelaR) en Colonia. Hicimos un acuerdo verbal con los dueños del predio de la ex Sudamtex para lograr un contrato de arrendamiento por diez años, con opción a cinco más, del local donde funcionaba la policlínica de la ex fábrica textil. Hay que hacer refacciones en la propiedad porque tiene muchos años, pero es una sede excelente. El rector de la UdelaR, Rodrigo Arim, está definiendo las carreras a dictarse; aunque entiendo que tendrán perfiles tecnológicos, patrimoniales, turísticos y medioambientales acordes a la realidad coloniense. Desde la intendencia vamos a colaborar con el arrendamiento y con todo lo que podamos, ya que Colonia tiene uno de los mejores índices educativos del país.
‒¿Qué peso tiene la inversión privada?
‒Tenemos proyectos inmobiliarios con inversiones muy importantes; uno de ellos es una zona franca de servicios en Colonia del Sacramento, en las inmediaciones del Real de San Carlos. Acabamos de darle la autorización a la empresa para construir y en breve estarían iniciando las obras. Está muy bien ubicado sobre la rambla y se prevé la construcción de un edificio sustentable de cinco pisos en madera (la inversión total estima da es de 20 millones de dólares). Luego tenemos otro proyecto de urbanización llamado +Colonia, que plantea una especie de segunda ciudad en un predio de 515 hectáreas, con 7 kilómetros de costa. En caso de seguir adelante puede ser una inversión importantísima, completamente privada.
‒¿Colonia se vende solo?
‒Se vende bien. Tiene una ubicación geográfica excepcional, porque está a 40 minutos de Buenos Aires. A pesar de las dificultades producto de la brecha cambiaria con Argentina, que ahora está mejor, recibimos todos los días a cientos de personas que se quedan por un día o dos. El puerto de Colonia, entre ingresos y egresos, alcanzó los 2,5 millones de personas el año pasado. Es el punto de ingreso fluvial más grande del país, mucho más que Montevideo. Hace unos días se inauguraron las obras del dragado del canal (sur de isla Sola) que une Carmelo con Tigre, y a partir de eso volverá un servicio de transporte fluvial para unir ambas costas. También para la conexión de ambos países se sumará el año que viene un barco eléctrico de Buquebus, con capacidad para 2.100 pasajeros y 230 vehículos. Va a lograr que los pasajes sean más baratos; esperemos que así sea.
‒¿Qué le queda por hacer?
‒Siempre queda algo. Las demandas son continuas y está bien que la gente las haga. Tenemos una situación económica sólida que nos permite trabajar sin endeudarnos, nunca sacamos un préstamo bancario. En mi primera intendencia, los recursos provenientes del gobierno nacional por el artículo 214 de la Constitución no existían y ahora son importantes a pesar de que Colonia ‒junto a Maldonado‒ tiene los menores porcentajes de transferencias por sus buenos indicadores económicos, educativos y productivos. En 2022 hemos exportado más que Montevideo; ahora somos el segundo departamento, nos gana por los automóviles.
‒¿Qué planes tiene a futuro?
‒Voy a intentar volver al Senado, donde me sentí muy cómodo. También fui diputado y subsecretario del Ministerio del Interior, todos los cargos me gustaron. Me gusta lo que hago, entonces lo disfruto. No me imagino la vida sin trabajar.