Un proyecto de impacto nacional
octubre 26, 2024
Puentes nuevos o rehabilitados, vías de tren que se convierten en carretera y tramos de ruta readecuados para responder a estándares superiores son algunos de los trabajos que vienen realizándose a lo largo de toda la Ruta 6. El resultado promete generar un impacto positivo para el país.
Por Elisa Juambeltz
Quien decida andar por la Ruta Nacional N° 6 tendrá la oportunidad de conocer más de un tercio del país al atravesar gran parte del Uruguay de sur a norte. Desde hace un par de años esta carretera, que conecta Montevideo con la frontera Uruguay – Brasil en la zona conocida como Paso Real de San Luis en Rivera, es objeto de una serie de trabajos viales de gran relevancia.
Hace apenas unas semanas, por ejemplo, se inauguraron las obras de rehabilitación en dos tramos de la Ruta 6, que unen Durazno con Tacuarembó sobre el río Negro, y que forman parte del paquete de obras contemplado para esta vía dentro del Plan de Infraestructura 2020 – 2025. En total, serán más de 340 kilómetros y 20 puentes intervenidos para esta carretera que recorre los departamentos de Montevideo, Canelones, Florida, Durazno, Cerro Largo, Tacuarembó y Rivera. CVC, Grinor, Meltier y Cujó son las empresas encargadas de llevar adelante los proyectos.
La ejecución de las obras se realiza bajo diversas modalidades, incluyendo acuerdos de Participación Público-Privada (PPP) ‒en las que el sector privado asume parte de la inversión y gestión del proyecto‒ y contratos de construcción tradicionales. Con una inversión superior a los 260 millones de dólares, ya se han finalizado algunos tramos, otros están en construcción y varios iniciarán trabajos pronto. En definitiva, todas estas acciones buscan mejorar la conectividad y seguridad vial en la Ruta 6.
UN SALTO DE CALIDAD
La empresa CVC es una de las cuatro compañías que forman parte de este proyecto en la Ruta 6. Su trabajo ‒que abarca el circuito seis de la ruta, que va desde el empalme con Av. Belloni hasta la Ruta 12, al norte de San Ramón‒ tuvo origen en una licitación de PPP del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) de 2018, a la que CVC se presentó junto con Rover Infraestructuras (España).
Como director de CVC, el Ing. Horacio García Terra es quien sigue de cerca esta obra que, después de terminada, contempla 20 años de mantenimiento a cargo de la compañía. De acuerdo con el ingeniero, el proyecto que les fue asignado tiene como finalidad llevar este tramo de la ruta ‒de 74 kilómetros divididos en nueve segmentos‒ a una configuración moderna, con carriles de primera categoría (de 7.20 metros cada uno), banquinas de dos metros a cada lado y estacionamiento de seguridad. En tanto, la obra contempla la construcción de seis puentes nuevos y el ensanchamiento de diez existentes.
“El objetivo de la obra tiene que ver con llevar la ruta a estándares geométricos y modernos, corrigiendo algunas curvas que no cumplían con las exigencias de rutas de primer nivel. También se está trabajando en corregir las características geométricas de visibilidad y reforzar estructuralmente los pavimentos para que brinden un buen servicio para el usuario durante los 20 años de concesión que estipula el contrato”, explicó García Terra.
Después de cumplir con las obras y las entregas pautadas para los dos primeros años, actualmente se trabaja en el tramo del bypass de San Ramón. Esta es la última parte de la obra y se definió así porque es la que precisa de las expropiaciones más importantes. La inauguración de lo trabajado durante los primeros dos años está programada para setiembre, mientras que la última parte del proyecto se estrenará en 2025.
Con respecto al impacto social y ambiental, el director de CVC destacó que el acompañamiento es un factor importante. “Se con trola permanentemente a lo largo de la obra, con una comunicación constante con los usuarios y con quienes viven en los pueblos que atraviesa el proyecto”, dijo. Mientras tanto, la obra está sometida a un estricto control en materia de seguridad, así como a un moni toreo cercano para gestionar el impacto que generan las expropiaciones. A modo de ejemplo, García Terra contó que en determinados tramos de la ruta se construyeron “pasa-vacas” para que los propietarios de los campos afectados pudieran cruzar los animales de un campo a otro de forma segura.
FORJAR EL PROGRESO
El lunes 10 de julio de este año, Capilla del Sauce (Florida) fue sede de la inauguración del tramo de Ruta 6 que une el arroyo Mansavillagra (en el kilómetro 169.400) y el bypass Ruta 14 (en el kilómetro 194.725). La ejecución de estas obras estuvo a cargo de Grinor, empresa integrante del Grupo Saceem y una de las cuatro compañías que trabajan a lo largo de la vía.
La obra de Grinor en este tramo consistió en la readecuación de estos 25 kilómetros para lograr un pavimento que luce como una carpeta asfáltica y que responde a estándares superiores. Los trabajos realizados comprendieron también el ensanche de la plataforma y rehabilitación estructural de ese tramo de ruta.
UN PLAN AMBICIOSO
El Plan Nacional de Infraestructura Vial 2020-2025 contempla la inversión de 3.300 millones de dólares; esta representa la mayor inversión en rutas y puentes durante un quinquenio en la historia del país. En total, la red vial nacional incluye 8.800 kilómetros de los cuales unos 7.600 kilómetros serán intervenidos; es decir, más del 80% de la red vial estuvo, está o estará en obras. En ese paquete se contempla la construcción de cerca de 600 kilómetros nuevos de ruta, obras de mantenimiento en unos 4.400 kilómetros y cambios en el estándar para otros 2.600. Además, se incluyen obras en cerca de 250 puentes del territorio nacional distribuidos en todos los departamentos del Uruguay. Con este programa el Ministerio de Transporte y Obras Públicas apuntó, también, a eliminar las rutas nacionales de balastro. Para lograrlo se realizará un tratamiento bituminoso en los 375 kilómetros de carretera que se encontraban en esa condición. En lo referido a seguridad vial, este plan nacional de infraestructura contempla la construcción de 100 rotondas nuevas, 10 intercambiadores y 71 kilómetros de terceras vías. Esto con el objetivo de reducir los siniestros de tránsito. “Estimo que de los 3.300 millones de dólares que tiene planificado el ministerio [para el plan vial] se va a estar superando el 90% terminado el período”, le dijo a Construcción el ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero, en la edición número 64.
El gerente general de Grinor, Ing. José Luis Rígoli, aseguró que estas obras van a permitir que la Ruta 6 sea “un eje vial de mayor calidad que beneficie a los productores, transportistas y viajeros”. En tanto, destacó que las obras darán espacio para “atraer progresivamente al transporte de bienes y personas, potenciarán el desarrollo y permitirán una mejor salida para la producción agropecuaria y forestal, incrementando además el patrimonio vial del Uruguay”.
Con relación a la importancia de estas obras, Rígoli indicó que para Grinor participar de este proyecto no solo significa una oportunidad de construir infraestructura, sino que sienten que están “forjando el progreso”. En ese sentido, agregó que “cada tramo de este corredor vial, tan necesario para la geografía de Uruguay, representa una respuesta al llamado de la región y un compromiso con el desarrollo nacional. Con cada kilómetro que avanzamos, impulsamos el crecimiento y fortalecemos el futuro de nuestro país”.
UNA CARRETERA DE PRIMERA GENERACIÓN
Si se sigue el recorrido por la Ruta 6 hacia el norte, nos encontramos con la empresa Meliter trabajan do en la zona centro del país. El tramo en el que desarrollan las obras es de 82 kilómetros y une la Ruta 19 desde Casa Sainz ‒en Cerro Chato, Durazno‒ con el puente ubicado en el kilómetro 329, sobre el río Negro.
El trabajo consistió, esencialmente, en transformar la vía del tren en carretera y adaptar el camino que llevaba hasta el puente para que pase a ser parte de la Ruta 6. “El proceso tuvo tres ejes fundamentales: el movimiento de las tierras, las bases granulares y el pavimento”, dijo a Construcción el director de Meliter, Ing. Julio Fischer.
Con respecto a las implicancias de este proceso a nivel de capital humano, Fischer explicó que se trató de un proyecto importante: “Se llegó a un pico de 250 personas y, en promedio, cuenta con 200 personas mensuales. En total, insume unos 75.000 jornales”, dijo.
Por otra parte, el ingeniero resaltó positivamente el impacto de la obra en las comunidades: “La gente se siente integrada y más cerca de Montevideo. Eso favorece al sector agropecuario y a la producción forestal, entre otros”, explicó. De hecho, Fischer aseguró que es muy probable que estas obras ayuden a descongestionar el tránsito de la Ruta 5.
En lo que respecta a las características específicas de este tramo de la ruta y a los resultados obtenidos, Fischer se mostró seguro: “Es un tramo que nunca vio mezcla asfáltica y la verdad es que el resultado es una carretera de primera generación. No creo que los vecinos hayan soñado con tener una carretera de esa calidad”, dijo.
Hacia el norte del país se encuentra trabajando la empresa Cujó, la cuarta compañía involucrada en este proceso. Su trabajo se concentra en el tramo que une la Ruta 26 con la Ruta 6. Es decir, la última parte de esta carretera si se viaja de sur a norte.
Así, pues, la labor en la Ruta 6 da lugar a una importante mejora a nivel vial que no sólo permitirá tener una carretera de mejor calidad, sino que afectará positivamente a las comunidades de las zonas por las que pasa esta vía.