Inversión

Foto: Pablo La Rosa

Energía: del aprendizaje local a la expansión internacional

enero 24, 2025

Las empresas constructoras uruguayas dedicadas al rubro energético han experimentado una notable evolución en las últimas dos décadas, pasando de ejecutar obras básicas a desarrollar proyectos de alta complejidad tecnológica. Los miembros del Consejo Ejecutivo de la Cámara de la Construcción, ingenieros Daniel Vázquez y Pablo Bocchi, repasan este proceso de transformación y analizan los desafíos futuros del sector.

Por María José Fermi

La transformación de la matriz energética uruguaya marcó un antes y un después en la industria de la construcción. Lo que comenzó como una respuesta a la necesidad de diversificar las fuentes de energía del país terminó convirtiéndose en un catalizador para el desarrollo y la profesionalización de las empresas constructoras nacionales.

“En Uruguay ha habido un cambio impresionante en el tamaño de las empresas y su profesionalización”, reflexiona el responsable de la Comisión Concesiones y Obras Privadas de la Cámara de la Construcción (CCU) y presidente de Berkes, Pablo Bocchi. Este proceso de transformación no fue fortuito. “En Uruguay se dio algo muy interesante”, recuerda, a su vez, el tesorero de la CCU y director de Ingener, Daniel Vázquez, “se generó un acuerdo multipartidario para elaborar una hoja de ruta que buscaba resolver un tema de sequía que había en el momento, porque las hidroeléctricas no podían cubrir la demanda. Esto derivó en promover el desarrollo de otras energías más allá de los fósiles”. Era el año 2010.

LA ESCUELA DE LAS PAPELERAS

Sin embargo, tanto Bocchi como Vázquez concuerdan en que la historia de esta evolución en infraestructura energética no hubiera sido la misma sin un momento bisagra que ocurrió unos cuatro o cinco años antes: la construcción de la primera planta de celulosa en Uruguay. “A partir de lo que fue la primera planta de celulosa, que en ese momento era de Botnia, arranca un ciclo virtuoso donde muchas empresas tuvieron un desarrollo muy importante”, recuerda el Ing. Vázquez.

La diferencia de los trabajos que asumieron las constructoras nacionales desde la primera hasta la tercera planta de celulosa evidencia su evolución. “En la primera hacíamos tareas grandes, pero muy básicas. Ya en la segunda hicimos tareas de más complejidad, de más nivel de dificultad, y en la última las empresas uruguayas hicimos casi toda la planta”, detalla el Ing. Bocchi.

Responsable de la Comisión Concesiones y Obras Privadas de la CCU, Ing. Pablo Bocchi, y tesorero de la CCU, Ing. Daniel Vázquez. (Foto: Santiago Mazzarovich)

Por ejemplo, durante la instalación de la primera papelera, a la empresa de Bocchi le tocó construir unas piletas de enormes dimensiones. “Eran de 113 metros por 113 metros por siete metros de altura. Había dos de 65 metros de diámetro (…) para nosotros realmente era todo infinito”, recuerda. 15 años más tarde, la misma empresa era responsable por la construcción de la chimenea de UPM 2 mediante un sistema de encofrados deslizantes, un verdadero reto tecnológico y de ingeniería.

Este progreso puede ser extrapolado a la mayoría de las constructoras involucradas. “Estas plantas fueron unas primeras inversiones industriales que nos sacaron de lo tradicional que hacían las empresas, que eran más proveedoras de mano de obra mientras que el know how venía de firmas extranjeras que tenían la ingeniería y las provisiones”, dice Vázquez. “Eso empieza a cambiar, empezamos a tomar músculo y se sigue dando un ciclo virtuoso porque, a partir de esa planta, viene esta necesidad de resolver ese déficit de generación del país”.

Más allá de la construcción en sí, las papeleras también representaron un salto cualitativo en la gestión empresarial. Las constructoras tuvieron que adaptarse a estándares internacionales de calidad, seguridad y gestión de proyectos. Tanto Bocchi como Vázquez se ríen al recordar cuando los finlandeses de Botnia preguntaron por el Plan de Calidad de la obra. “Sí, nosotros trabajamos con calidad”, recuerda haber dicho Bocchi. “Y ellos esperaban saber cuál es tu gerente de calidad, tu programa. Todo eso lo tuvimos que aprender todas las empresas (…) no sabíamos que la calidad era un procedimiento más que se registraba, como la administración de la empresa”.

Como señala Bocchi, pasaron de tener clientes domésticos a clientes internacionales, donde los contratos y la profesionalización se volvieron fundamentales.

LA REVOLUCIÓN ENERGÉTICA

Con esta base de experiencia, las empresas uruguayas estaban mejor preparadas cuando llegó el momento de la primera transformación energética. Esto sin olvidar, además, que las plantas de celulosa también son plantas de energía generada a partir de biomasa. “Los principales partidos del país hicieron un acuerdo, fijaron una idea de cómo fomentar este tema, y se implementó. Eso fue generando distintas etapas de diferentes pedidos de construcción, don de nosotros, como empresas constructoras, fuimos teniendo participaciones más bajas inicialmente hasta completas al día de hoy”, explica Vázquez.

“Nosotros somos unos agradecidos a las plantas de celulosa, que han sido difíciles, pero pasamos de tener clientes domésticos a clientes internacionales, profesionales, donde el contrato empieza a ser la Biblia”. Ing. Pablo Bocchi

La transformación de la matriz energética no solo significó un cambio en la forma de generar energía, sino también en la capacidad técnica de las em presas constructoras. El desafío de instalar parques eólicos, con sus requerimientos específicos de fundaciones, caminos y redes eléctricas, amplió el espectro de habilidades de las empresas nacionales. Lo mismo sucedió con los proyectos fotovoltaicos.

Además, este proceso coincidió con una modernización general del sector: en 15 años se duplicó la capacidad instalada de generación. “Lo cierto es que, en infraestructura energética, Uru guay es un país que tiene buena energía disponible”, señala Bocchi: “Tenemos autogeneración de hidráulica, autogeneración de eólica, una buena capacidad en fotovoltaica, una buena capacidad en biomasa, y tenemos unidades de respaldo térmicas”.

EL SALTO INTERNACIONAL

El expertise ganado durante esta etapa convirtió a la internacionalización en una posibilidad más robusta, sin dejar de ser desafiante. Si bien antes de este proceso ya existían empresas uruguayas que habían incursionado en el extranjero, se trataba de obras más bien circunstanciales y de pequeño o mediano porte. Hoy se tiene experiencia no solo en la región, sino en Europa y Asia.

En ese camino, algunas empresas apostaron a la compra de otras compañías en el extranjero, mientras que otras lo hicieron teniendo como centro de operaciones Uruguay. En definitiva, este proceso requirió adaptación y aprendizaje. “El conseguir proveedores, conseguir equipos, motivarlos, conseguir soluciones financieras… Es un mundo de desafíos”, dice Bocchi. Hoy, por ejemplo, la mitad de la facturación de Berkes proviene de sus negocios en el exterior.

“Los principales partidos del país hicieron un acuerdo, fijaron una idea de cómo fomentar el cambio en la matriz energética, y se implementó. Eso fue generando distintas etapas de diferentes pedidos de construcción, donde nosotros, como empresas constructoras, fuimos teniendo participaciones más bajas inicialmente hasta completas al día de hoy”. Ing. Daniel Vázquez

Para Vázquez, estas experiencias sirven para “aprender que hay [espacios] donde uno suma y donde uno no suma”. El trabajo en el exterior es financieramente muy exigente y algunas empresas, como la que él dirige, han elegido reconfigurar su estrategia. “Gracias a que hemos ido acumulando una serie de antecedentes en lo que es alta tensión, buscamos posicionarnos más en lo que es el know how de los suministros principales y la ingeniería y asociarnos con un local. Ese es el esquema que estamos viendo para adelante”, señala el director de Ingener.

El proceso de expansión internacional también reveló las limitaciones propias del tamaño del mercado uruguayo. Como señala Bocchi: “Todas crecimos, todas nos profesionalizamos y fue fantástico, pero hay que mantener mucho la humildad, porque si miras a nivel regional, ni siquiera te digo a nivel mundial, sigues siendo chico”.

LA APUESTA POR EL HIDRÓGENO

En cuanto al futuro, el hidrógeno verde aparece como una oportunidad prometedora, aunque todavía incierta. “Esto, primero que nada, es incipiente, está progresando y es un negocio que va a ser de privados con privados”, explica Vázquez. “En la primera transición energética había una gran seguridad de que el que compraba era UTE, el Estado”, mientras que en este caso no es así, pues rigen las leyes de mercado.

El hidrógeno verde se produce al utilizar energía eléctrica renovable (eólica o fotovoltaica) para separar el agua en sus dos componentes: hidrógeno y oxígeno. Ese hidrógeno en forma pura puede utilizarse para el mercado doméstico de transporte, pero al combinarlo con CO2 biogénico (carbono que proviene de fuentes verdes y no de hidrocarburos) se pueden producir combustibles sintéticos aptos para la exportación. Estos tendrían como fin las navieras, las compañías aéreas, la industria de los fertilizantes y del acero, entre otras.

Planta de celulosa de Montes del Plata. (Fuente: Montes del Plata)

Dicho esto, Uruguay presenta condiciones favorables para el desarrollo de esta nueva tecnología. Como señala Vázquez, el país cuenta con “un recurso razonable desde el punto de vista renovable, tiene la seguridad jurídica ‒vital ya que estos proyectos son para muchos años‒ y tiene otra cosa que no es tan común en el mundo, que es tener disponibilidad de CO2 de origen vegetal” gracias al sector forestal.

Para estar preparados, el sector se ha organizado institucionalmente a través de la Asociación Uruguaya de Hidrógeno, que reúne a las principales gremiales empresariales del país vinculadas al tema. Estas son la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU), la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (Auder), la Asociación Uruguaya de Generadores Privados de Energía Eléctrica (Augpee), la Cámara de Industrias (CIU) y la Cámara Uruguaya de Logística (Calog).

El objetivo es que el sector privado tenga “una contraparte para hablar con el Ministerio de Energía y generar normas que permitan que podamos empezar a capturar estas inversiones”, detalla Vázquez.

Bocchi, por su parte, se muestra algo más cauto: “Todo el mundo está ha blando del hidrógeno desde hace tres o cuatro años, pero no está del todo claro aún hacia dónde va, o sea, tiene varias derivadas”. Sin embargo, el ingeniero reconoce su potencial: “Es algo que va a suceder y que es bueno para la humanidad, pero no sabemos cuándo; no sé si faltan cinco años, 10 o 50”.

A pesar de esa incertidumbre, tanto Bocchi como Vázquez reconocen que, como industria de la construcción y como país, “hay que estar”.

El camino recorrido por la industria de la construcción en el sector energético refleja la capacidad de adaptación y crecimiento del empresariado uru guayo. De la edificación de plantas de celulosa a la transformación de la matriz energética, y ahora mirando hacia las posibilidades del hidrógeno verde, las empresas constructoras han demostrado que pueden evolucionar al ritmo de los desafíos globales.

Estudio Comas
Estudio Comas

El director del @CERES_UY, Ec. Ignacio Munyo, durante la presentación del proyecto "La infraestructura del desarrollo", organizado por la @CCU_Oficial.

Ya arrancó el evento de lanzamiento del proyecto "La infraestructura del desarrollo", organizado por la @CCU_Oficial. Entre los asistentes se encuentran el presidente Yamandú Orsi y el secretario de presidencia, Alejandro Sánchez.

3

MUJERES EN LA INDUSTRIA CONSTRUCTIVA

Conocé la historia profesional de 6 mujeres vinculadas a la construcción uruguaya en los campos de ingeniería, vialidad, contratación, innovación y más.
➡️https://revistaconstruccion.uy

¡SALIÓ CONSTRUCCIÓN N°71!

En esta edición una entrevista con la ministra del @mtopuy, Lucía Etcheverry, y una serie de artículos con mujeres profesionales vinculadas a la industria de la construcción.

Leé todas las notas en⬇️
https://revistaconstruccion.uy

Hoy, el Consejo de la Cámara de la Construcción del Uruguay, encabezado por su presidente, Alejandro Ruibal, recibió, en la sede de la gremial, a la ministra del @mtopuy, Lucía Etcheverry, y la subsecretaria, Claudia Peris, junto a otras autoridades de la cartera.

2