Vialidad: tiempos de cambio y desarrollo
enero 24, 2025
Las rutas nacionales son el eje de conexión en Uruguay e impulsan el desarrollo económico y social. Cuatro miembros del Consejo Ejecutivo de la Cámara de la Construcción vinculados al ámbito vial analizan el impacto de las inversiones en este rubro, los avances tecnológicos, la sustentabilidad y los desafíos que plantea la transición hacia un nuevo gobierno.
Por Elisa Juambeltz
En Uruguay, las rutas nacionales son la principal vía de conexión entre la mayoría de las localidades del país. Si bien de a poco se están desarrollando otros modelos ‒como el ferroviario‒, las rutas siguen siendo la forma más elegida para llegar de un lado a otro. Con 8.696 kilómetros de longitud, esta red genera trabajo en materia de desarrollo y mantenimiento.
Para intercambiar ideas sobre la actualidad del subsector y las perspectivas de futuro, Construcción convocó a cuatro miembros del Consejo Ejecutivo de la Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU) que, además, son especialistas en vialidad. Ellos fueron el director técnico de Colier, Ing. Juan Echeverz; el representante de Hernández y González; Ing. Daniel Cerrillo; el gerente general de Molinsur; Ing. Raúl Sassaroli, y el director de Traxpalco, Cr. Eduardo Peirano.
A TODA MÁQUINA
Para empezar y en términos generales, los entrevistados coincidieron en que en la última década se llevó a cabo un gran número de obras viales. “Durante esos años, la parte vial se desarrolló mucho en tres grandes rubros: uno impulsado por las papeleras, otro vinculado con obras de infraestructura relevantes ‒como doble vías o corredores‒ y otro que responde directamente a las obras tradicionales del Ministerio de Transporte y Obras Públicas”, detalló Daniel Cerrillo, quien también lidera la Comisión de Ingeniería y Vialidad de la CCU.
Las plantas de celulosa, ubicadas en el interior del país, “modificaron la lógica” de conexión, amplió Juan Echeverz. Durante mucho tiempo, la red vial nacional tuvo como destino y eje a Montevideo, por el puerto. Estas inversiones ‒y algunas otras también‒ “nos invitaron a mirar al país de forma diferente. El transporte transversal comenzó a tomar relevancia”, dijo.

Otra área que influyó ampliamente en materia vial en los últimos años ha sido el turismo. “Esto lo podemos verificar yendo hacia el este o hacia el oeste; hubo muchas inversiones importantes y se buscó brindar mayor seguridad porque hay mucho tránsito turístico”, dijo Raúl Sassaroli.
El estándar de las rutas es otro de los aspectos que se ha trabajado en el último tiempo. “Se ha invertido mucho para alcanzar una calidad de pavimento de tipo superior, que tenga la capacidad de soportar cargas altas para no tener que hacer intervenciones con demasiada frecuencia, y eso es importante”, resaltó Echeverz.
Si bien el transporte ferroviario es un nuevo actor a tomar en cuenta, el 90% de la mercadería utiliza la carretera como medio de transporte. “Por eso decimos que ‘Uruguay se mueve por carretera’”, señala Echeverz, quien hace hincapié en la importancia de tener una red vial en buenas condiciones: “Eso permite bajar los costos operativos, disminuir el consumo de combustible y reducir las emisiones de carbono a través de la optimización de los tiempos de traslado”.
A modo de ejemplo, Eduardo Peirano dijo que después de inaugurar la ruta que va desde Artigas a Masoller en Rivera ‒la 30‒, los lugareños comentaron que antes se cruzaba la frontera hacia Brasil para realizar este recorrido. Ahora, sin embargo, son los brasileños quienes vienen a Uruguay a hacer ese tramo, porque la ruta está mejor. “Eso muestra la importancia de tener buena conectividad entre las localidades”, indica Peirano.
MIRAR HACIA ADELANTE
Actualmente, este subsector ‒como muchos otros‒ enfrenta una natural incertidumbre producto del cambio de administración en el gobierno. La inquietud “no tiene que ver con el rumbo que vaya a tomar el gobierno, sino con el hecho de que hay que armar un nuevo presupuesto nacional, con nuevos objetivos”, explica Echeverz. “Seguramente, el 2025 sea un año en el que se continúen las obras que todavía están vigentes, pero en el que no comiencen nuevos contratos”, agrega.
De todas formas, ya existen algunos temas que se perfilan como importantes de cara al futuro. Uno de ellos es la urgencia de atender el deterioro de la red vial producto de las cargas que recibe a diario. “La red vial uruguaya es larga y hay que mantenerla”, asegura Cerrillo, “El hecho de que las plantas de celulosa estén funcionando, además, genera un mayor volumen de carga”.

En tanto, la caminería departa mental también empieza a mirarse con otros ojos, ya que su uso es cada vez mayor y, además, es necesaria para acceder a las rutas nacionales. Allí el principal desafío es que, muchas veces, las intendencias no cuentan con los presupuestos necesarios para mejorar aquellos caminos.
Sassaroli asegura que, si bien en vialidad se habla mucho sobre las rutas nacionales, la caminería urbana es un tema que no debe ser pasado por alto. “No solo en Montevideo, sino también en departamentos del interior, donde las rutas muchas veces, además, cruzan las ciudades”, dice.
Con el aumento de obras también creció la inyección de capital dentro de las propias constructoras viales. “Las empresas hemos invertido mucho acompañando la inversión del Ministerio de Trans porte y Obras Públicas”, explica Eduardo Peirano. “En tecnología, de hecho, las empresas uruguayas están en un excelente nivel. Nosotros viajamos a ferias internacionales y no hay nada que veamos que no esté en Uruguay”, agrega.
En nivelación y topografía, por ejemplo, hubo cambios relevan tes, así como también en la parte de proyectos mediante el uso de drones y robots para hacer relevamientos.
ENFOQUE SUSTENTABLE
La charla entre los especialistas también ahondó en cómo la sostenibilidad adquiere cada vez mayor relevancia en las decisiones de negocios y cómo el rubro vial no es ajeno a este fenómeno. Actualmente, por ejemplo, cuando llega el momento de renovar maquinaria, las emisiones de carbono son un factor a tomar en cuenta. Asimismo, en la reparación y mantenimiento de las rutas se intenta aprovechar al máximo los materiales existentes para reutilizarlos. “Ya no se desperdicia nada”, dice Sassaroli.
“El tema medioambiental nos está llevando a generar transformaciones importantes, que deben ser bienvenidas. Sin fundamentalismos, pero sí con una lógica de cuidado ambiental, que también repercute en el financiamiento de las obras porque el país ha emitido deudas teniendo en cuenta metas ambientales”, explica Juan Echeverz.
Desde la experiencia, Eduardo Peirano comenta que es cada vez más evidente la relevancia que toma este aspecto. “En la Ruta N.° 9 tuvimos que desarrollar me didas para volver a plantar la flora del lugar”, cuenta. “Lo ambiental tiene mucho que ver con cuidar lo ecológico, pero también lo arqueo lógico. En esa misma obra, cada vez que se hace una excavación hay arqueólogos presentes”.
Peirano también resaltó la importancia del cuidado de otros aspectos de orden social: “Hay que tomar en cuenta la medición de ruidos. Eso es algo que antes no teníamos que hacer”, dijo. Daniel Cerrillo ahondó en esa línea al explicar que hoy “hay consciencia de estos temas en la gente joven y a muchos empresarios eso les ha llegado por la parte económica, pero de alguna forma, les ha llegado”.
CAMBIOS EN LA MESA
Los mecanismos de contratación y el financiamiento de las obras también son temas que han tomado mayor relevancia para las constructoras viales. “Los contadores vienen ganándole terreno a los ingenieros en las empresas y los ingenieros han aprendido mucho de economía”, señala Echeverz.
Así, pues, Peirano destacó que, actualmente, el gobierno transfiere la gestión de los proyectos durante plazos largos a las empresas. Esto sucede, por ejemplo, a través de contratos de concesión, participación pública-privada o Cremaf. “Se transfiere el riesgo, la construcción, el financiamiento, la operación y el mantenimiento de los proyectos a las empresas”, explica. Es decir, ya no solo se delega la parte de la construcción ‒como sucedía antes‒ sino el proyecto de forma integral.

Este nuevo panorama les permite a las empresas “tener un núcleo fijo”, detalla Cerrillo: “Si bien tenemos que seguir buscando licitaciones, porque es parte de nuestro trabajo, estos contratos más largos nos permiten tener expectativas diferentes. Nos ayudan a tener una especie de soporte a mediano plazo”.
El cambio en la matriz de trabajo también ha obligado a las empresas a dar saltos importantes. “Dejamos de ser simplemente empresas constructoras. Hoy somos gestores de redes viales y debemos tener tecnología e idoneidad para prever lo que se puede venir y anticiparnos”, explica Juan Echeverz. Eso sí, “seguimos muy ligados a la planificación gubernamental y tenemos que estar pendientes de eso, porque no cambia”, dice Sassaroli.
En esa línea, Cerrillo asegura que es necesario estar atentos a las obras tradicionales y que, ante la próxima asunción de un nuevo ministro de Transporte y Obras Públicas, todas las empresas “vamos a ir a pedirle una reunión”. El objetivo sería conocer hacia qué dirección busca apuntar la nueva administración en lo que refiere a vialidad.
Como parte de la misma reflexión, Eduardo Peirano asegura que, históricamente, las empresas viales tienen que ajustarse a las diferentes etapas que existen en un periodo de gobierno: “En general, en los gobiernos hay años de meseta ‒al principio de la gestión‒ y años de más actividad sobre el final de la gestión, que es cuando se completa el presupuesto quinquenal”, dice.
Eso hace que las empresas “engorden” algunos años y que, en otros momentos, deban tener máquinas paradas o personas en seguro de paro. Peirano está con vencido de que sería bueno “tener mayor estabilidad”. Sassaroli, por su parte, considera que las últimas administraciones han hecho esfuerzos para lograrlo: “Han puesto voluntad en eso, pero a veces es difícil”, concluye. “Cada gobierno tiene su impronta también, algunos hacen énfasis en algunas cosas y otros en otras”, dice Cerrillo.
Más allá de la incertidumbre propia de una transición en la conducción del país, los viales concuerdan en que irán apareciendo nuevas oportunidades y que lo importante es estar preparados para un mercado cada vez más dinámico, en el que es fundamental innovar y apostar a nuevos modelos de trabajo.